A un costo asombroso de casi 100 millones de dólares, en 1998 la película Impacto Profundo atraía grandes cantidades de público a las salas de cine del mundo entero. La película, como muchos recordarán, cuenta de manera casi verosímil la ficción de un asteroide gigantesco a punto de chocar con la tierra. En una escena de ésta, cuando el presidente de los Estados Unidos explica al mundo la razón de la inevitable tragedia, se arma un alboroto tremendo en la sala de redacción de un canal de noticias. Hay un instante brevísimo en esta parte de la película, cuando el presidente pronuncia la palabra “asteroide”, en que una periodista grita exasperada: "¡¿De qué tamaño fue el meteorito que mató a los dinosaurios?!". Resulta frustrante constatar, una vez más, cómo para la gran mayoría del público (y cada vez con mayor y alarmante frecuencia entre jóvenes periodistas), pasa inadvertido por completo un detalle aparentemente insignificante en la película: lo que está haciendo la periodista de manera tan desesperada es demandar información al personal del centro de documentación sobre el asteroide de diez kilómetros de diámetro que se estrelló en lo que hoy es México y que la huella de su choque hace 65 millones de años, el “impacto profundo” de la película, formó lo que ahora conocemos como el cráter Chicxulub de 200 kilómetros de diámetro en la Península de Yucatán. En realidad la historia va más allá de la anécdota. Para hacer la película, los productores, al igual que la periodista, acudieron a los expertos en información, además de a otros, por supuesto, para documentarse sólidamente y hacer creíble la historia. En la actualidad no existe actividad humana que no requiera de información, aunque sea en su mínima expresión, para ser llevada a cabo eficientemente. Como estos, hay decenas de ejemplos, como las hay de preguntas que a diario resuelven los responsables de las unidades de información de empresas, instituciones, centros de enseñanza, etc. y, claro está, las de periódicos, revistas, radios, televisoras. Esa es la razón de nuestro trabajo. Pero los tiempos cambian, y el mundo, el negocio de la información también. Hoy no basta con tener los datos más extraordinarios, escurridizos o insólitos para convertir la información en un recurso estratégico, que es la verdadera naturaleza de la información. Y no basta por la sencilla razón de que hay miles, millones de ellos. Cómo acceder y cómo administrarlos para sacar provecho de ellos es la misión del documentalista, del gestor de información en nuestra época. En otras palabras, saber enfrentar el "huaico informativo" y no sucumbir ante la "infoxicación" de la que habla Alfons Cornella es el verdadero desafío que enfrenta el documentalista de prensa en la actualidad. En la resolución de este reto, el documentalista de prensa ha sabido perfilar no sólo las habilidades inherentes a su profesión que los nuevos tiempos reclaman, sino que además ha redefinido sus funciones de modo tal que aporten un valor agregado a la información que antes era exclusividad de los periodistas. Nuevas funciones, nuevas habilidades, igual valor agregado. Conceptos todos que buscan el mismo objetivo de aquellos que dirigen los medios de comunicación y que últimamente están preocupados por el futuro de los mismos ante la arremetida de los medios digitales: hacer una historia interesante, rica en contenidos, atractiva al lector por la información – datos – que suministra. Resulta increíble comprobar que todavía existan ejecutivos que se nieguen a aceptar que la documentación muchas veces puede ser la solución a sus problemas. Claro, la información inteligentemente gestionada. Vista así las cosas, no resulta ocioso ni exagerado, ni mucho menos pretencioso, hablar de la ventaja competitiva que representa para los medios de comunicación contar con centros de documentación – el viejo archivo de recortes es ya cosa del pasado – en donde la eficiencia y la rentabilidad de la información se mida no sólo ya por la actualidad y fiabilidad de la misma, sino también por el valor agregado que el documentalista le ha conferido con su gestión eficiente de los millones de datos que hay y administra. Este blog ha nacido precisamente para tratar y discutir todos estos temas y asuntos que son de interés para aquellos que trabajamos en centros de documentación de medios de comunicación. El futuro dirá que tal nos fue. Saludos.
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miércoles, diciembre 07, 2005
Documentación y Periodismo
O cómo crear valor periodístico desde la gestión de la información
lunes, diciembre 05, 2005
¡Enhorabuena!
El Taller de Documentación y Archivo Periodístico de la Facultad de Comunicación de la Universidad San Martín de Porres cuenta desde ahora con su blog
El Taller de Documentación y Archivo Periodístico de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad San Martín de Porres cuenta desde ahora con una nueva herramienta de trabajo y comunicación. Durante 10 semanas (del 2 de octubre al 4 de diciembre de 2004), el profesor y los talleristas no sólo compartirán ideas y trabajos en torno a la documentación en los medios de comunicación social (de manera especial en medios escritos), sino que además podrán presentar sus proyectos para el taller a través de este nueva forma de interacción y al finalizar el mismo, servir de vínculo entre todos los particpantes. Suerte.
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