viernes, octubre 26, 2007

¿Recuerdos del futuro?

O cómo se harán las noticias mañana (¿hoy?)

Hace dos años asistí a un seminario sobre Periodismo Digital dictado por el periodista Pedro de Alzaga, que había sido invitado por una universidad de Lima. En aquella ocasión, para introducirnos en la 'onda' del 'ciberperiodismo', para hacernos comprender mejor el aluvión tecnológico que amenazaba sepultarnos, nos hizo ver el siguiente video que en aquella ocasión parecía de ciencia ficción y hoy ya no tanto (el video es del año 2000). La cuestión es, ¿en qué medida afectará este inminente futuro a los documentalistas de prensa? ¿Estamos preparados para este cambio tecnológico? Tengo la ligera impresión que si el cambio ocurre tal y como lo pronostican estas imágenes, pues muchos de nosotros (por las habilidades informacionales que son inherentes a nuestro trabajo) estamos mejor preparados que la mar de periodistas que todavían creen y seguirán creyendo que sus computadoras son simples máquinas de escribir. Las más caras del planeta.

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miércoles, octubre 24, 2007

La información en la era de la r/evolución digital

Como no quiero quedarme atrás de mis colegas de Buscanoticias y Merodeando, quienes a su vez citaron como fuente el imprescindible blog de Julio Alonso, Visión, les dejo el siguiente video, Information R/evolution, que sin necesitar de una sola palabra explica muy bien la revolución digital que está ocurriendo ya en el mundo de la información. Esta pequeña obra maestra fue preparada por Michael Wesch de la Digital Ethnography @ Kansas State University. Que lo disfruten.

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jueves, mayo 03, 2007

Seis lecciones de estrategia empresarial

Como a muchos, me llegan vía e-mail decenas de esos miles de correos electrónicos en formato de presentación (.ppt) que circulan por la red, con mensajes de solidaridad, saludo, bromas, etc., que además de saturar nuestros buzones, resultan molestos porque generalmente repiten siempre las mismas cosas, las mismas palabras, las mismas ideas. Por suerte éste último que recibí, titulado “Seis lecciones de estrategia empresarial”, me pareció no sólo muy divertido e instructivo sino también muy apropiado para mis charlas de Documentación Periodística que suelo dar. Y me resultó apropiado por la sencilla razón de que refleja muy bien la idea de ‘herramienta estratégica’ que la Documentación Periodística representa para la empresa. Y si se dice con humor, mucho mejor.

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martes, marzo 20, 2007

El diario 'extraviado' de una documentalista de prensa

RHA son las iniciales de mi ex compañera de trabajo en el Centro de Documentación Periodística del diario en donde trabajo desde hace doce años y en el que ella laboró hasta fines del mes pasado porque, como solemos decir, tiró la toalla. Cansada, frustrada de ver como cada día era menospreciado su trabajo y su esfuerzo, decidió dedicarse a otra cosa, cambiar de profesión. “Incluso abogánster”, sentenció antes de irse para siempre. Sabedor yo de que ella llevaba un diario personal de sus jornadas en el diario en donde dejaba sus impresiones del día a día con periodistas que muchas veces ni siquiera recordaban su nombre, le pedí que me dejara consultar una parte de él para utilizarlo en mi tesis de Maestría sobre Documentación y Periodismo. “Haz lo que quieras con él”, me dijo y me lo arrojó con el mismo desinterés con que arrojó seis años de su vida en este sitio. Yo le he tomado la palabra y he decidido empezar a publicarlo aquí, ya que no tengo tiempo para escribir los post que quisiera. El Diario se inicia en enero del 2005. Gracias, R.



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Miércoles 4 de enero
Querido Diario:

Hoy vino Dios al archivo y no estuve yo para recibirlo. Como recordarás, todavía sigo con esa estúpida gripe de verano que no me suelta. Y como también recordarás, Dios en este diario tiene forma de mujer. Hoy se dignó bajar hasta el archivo en su forma humana de OM. Sí, esa enana terrible que colecciona premios como yo novios. Pero bueno, que le vamos a hacer. Ella es así, regia, acaparadora (¡Qué deje un premio para los demás, hombre!). La verdad de la milanesa, como se dice, es que se lo merece porque es una buena periodista. Y yo en el fondo, creo, le tengo envidia. Se ve bien, escribe bien, investiga bien, pero ¿se documenta bien, también?

OM es el primer caso del que tengo noticia de una periodista de éxito que se acerca tan poco al archivo que la conozco gracias a las fotografías que de ella aparecen en el diario recibiendo alguno de sus premios. Porque por el archivo, casi ni se aparece. Es posible, claro está, que se documente en otros lados, pero ¿no es en el archivo de su propio medio, lo que éste publicó, dónde debe empezar su investigación y reporteo? ¿Acaso nuestro archivo electrónico, que apenas se remonta a diez años atrás, es tan bueno que allí obtiene todas sus respuestas? A este paso, yo, documentalista de prensa, ¿me convertiré en una pieza de museo? Cabe también la posibilidad de que sea un caso de periodista con archivo periodístico propio (como el que tengo yo en mi casa y que siempre digo que voy a desaparecer cuando me case, porque no creo que consiga marido que me acepte con él). O tal vez su caso sea el de muchos otros periodistas que creen que todo está en Internet, que la han convertido en la biblioteca por excelencia de la nueva generación de periodistas que pululan por el diario. En fin, no sé.

OM es el ejemplo paradigmático del periodismo de nuestro tiempo, al menos el que se practica por estos lados. Bien hecho, bien escrito, pero escasamente documentado por una sencilla razón: no lo necesita. Existe la creencia de que el lector no lee mucho y sólo necesita lo mínimo necesario para entender la información, lo que se traduce en una nota tan bien escrita que se confunde periodismo con literatura. Aprecian más lo mejor escrito que lo mejor investigado, que lo mejor documentado. A este paso, me voy a quedar sin chamba.

Bueno Diario, te dejo. Voy a leer algo antes de irme a dormir para olvidarme del mal rato que el zonzo de GB me hizo pasar hoy. Mañana te cuento. ¡Fue horrible!

miércoles, octubre 25, 2006

Bibliografia y Webibliografía del Taller

Luego del abandono en que hemos tenido a este blog, retomamos su conducción con la esperanza de no dejarlo nuevamente tan desatendido. Y qué mejor manera de hacerlo sino proporcionando la bibliografía y webibliografía que se utilizará en el mismo. En un post siguiente, comentaremos algunos de los títulos de la misma.

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sábado, enero 21, 2006

El verdadero valor de la información

De cómo una historia de guerra se convierte en una clase de Documentación y Periodismo

Un amigo y colega en el curso de Nuevas Tecnologías que me comentaba su dificultad para hacer entender a sus alumnos el verdadero valor y lugar de la información en la sociedad contemporánea, y que esta idea no sólo fuera una expresión más extraída de algún texto o manual, quedó sorprendido cuando le comenté cómo hacía yo para resolver el mismo problema con los míos. "Les cuento historias del Día D, el desembarco en Normandía", le dije.



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Si alguien quiere saber por qué los aliados ganaron la Segunda Guerra Mundial, el Día D es el mejor ejemplo de ello. Ese día, un cuarto de millón de hombres venidos de todo el mundo navegaron 160 kilómetros a través del Atlántico, con un tiempo horrible, en una sola noche y bajo fuego enemigo con una sola orden, que era más una determinación: "Hay que tomar la playa".

Hoy sabemos con certeza que esta batalla que decidió el curso final de la guerra y que estuvo a punto de perderse irremediablemente, debió mucho a un puñado de oficiales de rango medio y soldados rasos de todas las nacionalidades, que por encima de generales y estrategas, tomaron la decisión que salvó la operación anfibia más grande de la historia: en una playa de 80 kilómetros de largo, regada por miles de cadáveres, decidieron seguir adelante. ¿Como así? En esto radica la verdadera grandeza del Día D.

"Hay que tomar la playa", se dijeron mientras veían caer muerto a un general. "Hay que tomar la playa", se repitieron cuando el muerto era un coronel, un capitán; Moría el teniente. Nada, "Hay que tomar la playa". El sargento. Igual, "Hay que tomar la playa". Y así hasta llegar al cabo o hasta el último soldado raso. Para sostener como piedra semejante decisión, desde arriba hasta abajo y sin excepciones, contaban con un elemento valioso que hizo realidad su determinación de llegar vivos a las playas. Tenían a su disposición información.

Información necesaria sobre cada metro de tierra, cerro, arbusto, cazamata, o número de tropas, oficiales, artillería, refuerzos, etc. Una información que en definitiva les salvó las vidas y les ayudó a ganar la guerra. Pero, ¿por que perdieron los alemanes? ¿No disponían ellos de información? Sí, claro que sí. Pero su historia es distinta.

Cada vez que moría un general alemán o un alto oficial de la Wermach las acciones se detenían. A veces, hasta dos semanas toda avanzada o iniciativa de ataque era imposible de llevar adelante porque se carecía de la información necesaria para ello. En la mentalidad de los jerarcas nazis, y que para su perdición se convirtió en doctrina, nadie, ningún oficial, debía saber más de lo necesario. Cuando llegaba la nueva autoridad, se conocían recién las órdenes y lo necesario para llevarlas a cabo. Mientras tanto, se había pérdido un tiempo precioso, irrecuperable. Por eso perdieron la guerra.

Ambos contendientes disponían de valiosa información uno respecto del otro. Pero lo que llevó a la ruina a uno de ellos fue la pésima gestión que se hizo de ella. Y esto también se convirtió en doctrina. Desde entonces y hasta hoy sabemos que quien no sepa administrar eficientemente su información, por valiosa o abundante que sea, habrá pérdido su carrerra, negocio o guerra de información. Una lección que, precisamente, muchos periodistas también están entendiendo adquiriendo habilidades informacionales que antes ni soñaban necesitar, aunque de vez en cuando me encuentre con uno que otro despistado que, ¡increíblemente!, presuma de hacer sus notas informativas prescindiendo "totalmente del archivo periodístico". Vaya atrevimiento, ¿no?.

Lo más divertido de esta historia es que también mi amigo quedó fascinado con el relato, lo cual me pareció una tremenda injusticia porque (vanidad de vanidades), en ningún momento le dije, les dije, que lo único que estaba haciendo era relatar, de manera reducidísima y sin un ápice del talento con el que contaba él, las historias contenidas en el libro de Stephen Ambrose, El Día D. La culminante batalla de la Segunda Guerra Mundial, una joya de la historia militar del siglo XX (el mismo autor de otro libro que dio lugar a esa maravillosa serie de televisión Band of Brothers).

miércoles, diciembre 07, 2005

Documentación y Periodismo

O cómo crear valor periodístico desde la gestión de la información

A un costo asombroso de casi 100 millones de dólares, en 1998 la película Impacto Profundo atraía grandes cantidades de público a las salas de cine del mundo entero. La película, como muchos recordarán, cuenta de manera casi verosímil la ficción de un asteroide gigantesco a punto de chocar con la tierra. En una escena de ésta, cuando el presidente de los Estados Unidos explica al mundo la razón de la inevitable tragedia, se arma un alboroto tremendo en la sala de redacción de un canal de noticias. Hay un instante brevísimo en esta parte de la película, cuando el presidente pronuncia la palabra “asteroide”, en que una periodista grita exasperada: "¡¿De qué tamaño fue el meteorito que mató a los dinosaurios?!".

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Resulta frustrante constatar, una vez más, cómo para la gran mayoría del público (y cada vez con mayor y alarmante frecuencia entre jóvenes periodistas), pasa inadvertido por completo un detalle aparentemente insignificante en la película: lo que está haciendo la periodista de manera tan desesperada es demandar información al personal del centro de documentación sobre el asteroide de diez kilómetros de diámetro que se estrelló en lo que hoy es México y que la huella de su choque hace 65 millones de años, el “impacto profundo” de la película, formó lo que ahora conocemos como el cráter Chicxulub de 200 kilómetros de diámetro en la Península de Yucatán.

En realidad la historia va más allá de la anécdota. Para hacer la película, los productores, al igual que la periodista, acudieron a los expertos en información, además de a otros, por supuesto, para documentarse sólidamente y hacer creíble la historia. En la actualidad no existe actividad humana que no requiera de información, aunque sea en su mínima expresión, para ser llevada a cabo eficientemente. Como estos, hay decenas de ejemplos, como las hay de preguntas que a diario resuelven los responsables de las unidades de información de empresas, instituciones, centros de enseñanza, etc. y, claro está, las de periódicos, revistas, radios, televisoras. Esa es la razón de nuestro trabajo. Pero los tiempos cambian, y el mundo, el negocio de la información también.

Hoy no basta con tener los datos más extraordinarios, escurridizos o insólitos para convertir la información en un recurso estratégico, que es la verdadera naturaleza de la información. Y no basta por la sencilla razón de que hay miles, millones de ellos. Cómo acceder y cómo administrarlos para sacar provecho de ellos es la misión del documentalista, del gestor de información en nuestra época. En otras palabras, saber enfrentar el "huaico informativo" y no sucumbir ante la "infoxicación" de la que habla Alfons Cornella es el verdadero desafío que enfrenta el documentalista de prensa en la actualidad.

En la resolución de este reto, el documentalista de prensa ha sabido perfilar no sólo las habilidades inherentes a su profesión que los nuevos tiempos reclaman, sino que además ha redefinido sus funciones de modo tal que aporten un valor agregado a la información que antes era exclusividad de los periodistas. Nuevas funciones, nuevas habilidades, igual valor agregado. Conceptos todos que buscan el mismo objetivo de aquellos que dirigen los medios de comunicación y que últimamente están preocupados por el futuro de los mismos ante la arremetida de los medios digitales: hacer una historia interesante, rica en contenidos, atractiva al lector por la información – datos – que suministra. Resulta increíble comprobar que todavía existan ejecutivos que se nieguen a aceptar que la documentación muchas veces puede ser la solución a sus problemas. Claro, la información inteligentemente gestionada.

Vista así las cosas, no resulta ocioso ni exagerado, ni mucho menos pretencioso, hablar de la ventaja competitiva que representa para los medios de comunicación contar con centros de documentación – el viejo archivo de recortes es ya cosa del pasado – en donde la eficiencia y la rentabilidad de la información se mida no sólo ya por la actualidad y fiabilidad de la misma, sino también por el valor agregado que el documentalista le ha conferido con su gestión eficiente de los millones de datos que hay y administra.

Este blog ha nacido precisamente para tratar y discutir todos estos temas y asuntos que son de interés para aquellos que trabajamos en centros de documentación de medios de comunicación. El futuro dirá que tal nos fue. Saludos.

lunes, diciembre 05, 2005

¡Enhorabuena!

El Taller de Documentación y Archivo Periodístico de la Facultad de Comunicación de la Universidad San Martín de Porres cuenta desde ahora con su blog

El Taller de Documentación y Archivo Periodístico de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad San Martín de Porres cuenta desde ahora con una nueva herramienta de trabajo y comunicación. Durante 10 semanas (del 2 de octubre al 4 de diciembre de 2004), el profesor y los talleristas no sólo compartirán ideas y trabajos en torno a la documentación en los medios de comunicación social (de manera especial en medios escritos), sino que además podrán presentar sus proyectos para el taller a través de este nueva forma de interacción y al finalizar el mismo, servir de vínculo entre todos los particpantes. Suerte.